El autismo es una enfermedad que supera en cantidad de casos al síndrome de Down o cáncer infantil. Jimena Prieto, doctora en biotecnología e investigadora del Conicet, explica las principales características e informa las novedades farmacológicas para su tratamiento.
“Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo”.Jimena Prieto, doctora en biotecnología e investigadora del Conicet, cita este proverbio africano para sintetizar su objetivo a la hora de estudiar el autismo: “Quiero aportar mi granito de arena para que todos los niños autistas puedan tener una mejor calidad de vida”.
Línea de investigación
Prieto ofreció una charla sobre esta patología y su tratamiento en el espacio de Ciencia 2.0 donde anticipó que el Conicet y la Universidad Nacional de Quilmes inaugurarán una nueva línea de investigación en un acuario-laboratorio: “El pez tiene el sistema nervioso y la estructura del cerebro similares a los humanos, por eso utilizamos ese modelo para hacer un primer estudio sobre cómo influye el etanol y otras drogas en la producción de genes autistas en los estadíos embrionarios”, explica.
Causas y tratamientos
No es mucho lo que se conoce sobre el autismo, motivo por el cuál Jimena quiso estudiarlo. Sin embargo, tiene una gran incidencia en el mundo ya que hay más casos que de síndrome de Down o cáncer infantil. Se sabe que tiene un importante componente genético, aunque también influyen el ambiente, el consumo de ciertos medicamentos o de alcohol durante el embarazo, o estar expuestos a metales pesados durante los primeros meses de vida. “Si bien es un trastorno que no se cura, es importante que el diagnóstico sea en edad temprana para poder tratarlo adecuadamente. Cuando se realiza el tratamiento, se logran mejorías importantes con la posibilidad de tener una vida pseudonormal”, señala la especialista.
Nanotecnología para mejor la calidad de vida
Actualmente, Jimena Prieto está trabajando con nanotecnología farmacéutica en la Universidad Nacional de Quilmes . El objetivo es unir un medicamento a un transportador “muy chiquito” —de cuatro nanómetros de diámetro— que pueda llevar la droga hasta el cerebro, pero metabolizándose menos en órganos no deseados. El procedimiento permitiría disminuir la cantidad de droga tóxica, responsable de los efectos colaterales de los medicamentos suministrados hoy para esta patología.
Dueños de su propio mundo, con sus juegos y reglas
La especialista hizo un repaso por las principales características del autismo: lenguaje alterado, risa y llanto desmedido, a veces parecen sordos, son híper o hipo sensibles, carecen de empatía —no pueden ponerse en lugar del otro—, tienen juegos sin sentido, pueden ser hiperactivos o muy pasivos y tienen un apego muy fuerte a los objetos y resistencia a los cambios. “Algunos ven a los chicos autistas como patitos feos o el Dumbo de la historia, porque son chicos diferentes, pero a mí me gusta verlos como los principitos:dueños de su propio mundo, con sus juegos y reglas”.
Una vez terminada la charla, la investigadora invitó a recorrer y disfrutar el parque del que se siente orgullosa y parte: “Los científicos pasamos de lavar los platos a Tecnópolis. Para nosotros, saber que la gente se interesa por la ciencia, es un honor, una caricia, un mimo…”, concluyó.
Fuente: tecnopolis.ar